la máxima expresión de la vida en sociedad Cómo planificar y reformar una plaza textos y fotos_ h3o architects, Comas Pont Arquitectes, Sebastián Arquitectos, SLP, y Ahaus Arquitectos. La plaza es uno de los elementos nucleares de una población al ser el lugar de encuentro de sus habitantes y donde se levantan algunas de sus construcciones más representativas. A la hora de reformar una plaza ya existente, tan importante es tener presente estos aspectos como la historia de la que ha sido testigo. compartir URBANISMO / Plazas H istóricamente, las plazas son el corazón de las ciudades y los pueblos. Desde la prehistoria, cuando las chozas se agrupa- ban en círculo dejando un espacio cen- tral libre, en estos espacios se han llevado a cabo todo tipo de actividades lúdicas, comerciales, culturales, sociales y religiosas. Ortega y Gasset señaló que “los griegos tomaron de donde pudieron un hueco vacío, y lo rodearon de ciudad” y, de este modo, se for- maba la plaza, un elemento central del espacio público que, como apunta el arquitecto y urbanista Fernando Carrión Mena, “cumple tres funciones dentro de una ciudad: dotarle de sentido y forma a la vida colectiva, ser un elemento de representación de la colectividad y, siguiendo a Harvey (2010), es un espacio continuo y con continuas maneras de resolverlo, para que este después se vuelva a reabrir”. Pero las plazas no solo tienen un componente ur- bano, también juegan un papel primordial desde un punto de vista psicológico, al tratarse de espacios con un profundo impacto en el comportamiento, las emo- ciones y la identidad de las personas. Una plaza bien diseñada es un lugar de descanso y disfrute, que ayuda a combatir el estrés y a mejorar el estado de ánimo. Por contra, si el diseño es deficiente o presenta elementos negativos como contaminación o falta de seguridad, es muy probable que genere ansiedad en sus usuarios. En la actualidad, muchas localidades están refor- mando las plazas ya existentes, teniendo muy en cuenta los preceptos anteriores a la hora de efectuar estas obras. Buena prueba de ello son las obras acometidas en cuatro plazas españolas y que presentamos a conti- nuación.