En relación a la eficiencia energética, se adoptaron una serie de estrategias tanto pasivas como activas. Entre las primeras, destacan las siguientes: - La envolvente se diseña con unos ni-veles de aislamiento muy elevados en la solera, cubiertas y volúmenes ciegos de madera. Los huecos se diseñan con unos valores de Ug de 1,1 W m2/K y sin car-pintería para minimizar la repercusión de los marcos. - La fachada sur del edificio cuenta con una mayor superficie acristalada para cap-tar energía en invierno. Se dispusieron además screens motorizados y domotiza-dos, para extenderse en aquellos momen-tos en que la incidencia solar es elevada, especialmente en los meses de verano. - La cubierta se diseña en color blanco para evitar sobrecalentamiento en verano. - Al ser un edificio con entradas y sa-lidas muy continuas, no se consideró la hermeticidad como un aspecto priorita-rio en el diseño de la envolvente. Edificio de energía positiva. En cuanto a las estrate-gias activas, se han tenido en cuenta las siguientes: - Debido al uso del edificio y el gran consumo de energía de los equipos de refrigeración de las cámaras frigoríficas, el sistema de climatización incorpora los ele-mentos frigoríficos del supermercado, recuperando en invierno todo el calor que se extrae de estas cámaras en la calefacción del edificio, gracias a una única bomba de calor conjunta para ambos sistemas. Este diseño per-mite reducir significativamente el consumo eléctrico, frente a un sistema con unidades exteriores indepen-dientes. - Dos recuperadores de calor de alta eficiencia y con caudal regulable mediante sondas de CO2 permiten portada / Centro de Servicios A Ramallosa el trabajo con madera reduce los plazos de ejecución y la generación de residuos duran-te la obra