recursos que se van a implementar en las obras”, recuer-da Óscar del Río. Reducir la huella ambiental. Uno de los mayores retos al que se enfrenta el sector de la edificación es el de la descarbonización. Según los datos recogidos en el infor-me Potencial de ahorro energético y de reducción de emisio-nes de CO2 en el parque residencial existente en España en 2020, publicado por WWF, en España las viviendas y los edificios del sector terciario representan el 26% del con-sumo de energía total y un 17% y un 9%, respectivamen-te, de las emisiones de CO2 (sin sumar las originadas en el proceso de construcción de los edificios). Para tratar de disminuir este negativo impacto, es imprescindible te-ner presente todo el ciclo constructivo, desde su plantea-miento hasta su deconstrucción, aspectos de los que no se olvida la construcción consciente. La descarbonización empieza “en la elección consciente de los materiales que o bien provengan ya de un uso, o bien que no tengan emi-siones contaminantes durante su vida útil, y que después se puedan volver a utilizar”, señala Óscar del Río. Si pensamos que el ciclo de vida medio de un edificio es de 50 años, tomar las medidas necesarias para hacerlo pasivo y que consuma el mínimo de energía posible es un paso de gigante para descarbonizar la construcción. Un edificio pasivo reduce hasta un 90% el gasto de energía. En el caso de la rehabilitación, esta reducción puede ser hasta de un 85%, dependiendo del año de construcción, por lo que es fundamental comenzar a actuar. Herramientas de ayuda. Además de las distintas cer-tificaciones medioambientales que existen en nuestro país, hay dos herramientas con un papel clave en la ex-tensión de la construcción consciente. Una es la meto-dología BIM, que poco a poco está logrando su implan-tación también en las pequeñas y medianas empresas, con la que los distintos agentes pueden saber en cada momento los materiales utilizados, sus propiedades y sus posibilidades de reutilización. La segunda es el Libro del Edificio Existente, que va a ser una ventaja para el usuario final “que compra por lo que ve y no sabe qué hay dentro de sus paredes. Este libro va a suponer una mayor intervención de la Dirección Facultativa en las obras”, asegura Óscar del Río. Pero no solo eso. “Si te-nemos consciencia de cuál es el estado real de nuestros edificios con un libro del edificio electrónico, la Admi-nistración será capaz de llevar planes de acción muchos más concretos, sabiendo cuál es el camino que seguir en este aspecto”, remarca Guillermo Horneros, para quien el papel de los Arquitectos Técnicos es fundamental: “Te-nemos una parte principal, que es la buena ejecución. Al final, somos los responsables de que las cosas se lleven a cabo y se hagan bien. Y contamos con productos de ca-lidad, con las máximas certificaciones, con unas presta-ciones excepcionales, con unas características de aporte de material reciclado, posconsumo incluso de materiales que son reciclables y desmontables en el futuro, que nos facilitan nuestro trabajo para hacer una construcción consciente”. • sector / Tendencia Un edificio pasivo reduce hasta un 90% el gasto de energía. En el caso de la rehabilitación, esta reducción puede ser hasta de un 85%