Compañía Asturiana de Minas / edificios con historia Vecinos ilustres ubicada en el cuerpo central del edificio, se destinaron a oficinas y viviendas. La última planta está constituida por buhardillas con mansardas de pizarra. Si la parte delantera del edificio (fachadas a plaza de España y calle de Bailén) muestra el estilo ecléctico de la época, en la parte trasera se construyeron unas naves de ladrillo con estructura de hierro y cristal en estilo neomudéjar, que son un ejemplo de la arquitectura industrial de finales del siglo XIX. Según se recoge en el Informe histórico sobre la plaza de España (realizado por Madrid, Ciudadanía y Pa-trimonio), “el edificio enfatiza su imagen mediante la disposición en fachada de los espacios –más nobles– destinados a oficinas y viviendas, que se desarrollan en dos alas en torno a un núcleo central de comunicación con gran escalera imperial que ocupa el chaflán de es-quina, destacado mediante un torreón cupulado; mien-tras que las crujías de planta baja acogen el almacén, que se extiende por la zona trasera a la calle del Río mediante una gran nave férrea con cubierta acristalada, que es un magnífico ejemplo de arquitectura industrial”. Crónica negra. A pesar del esplendor que muestra de cara al exterior, la historia de este céntrico palacete está marcada por dos trágicos sucesos. El primero de ellos tuvo lugar en 1916, cuando uno de los obreros de la casa disparó dos veces a José García Lomas tras haberle despedido. También los motivos laborales fueron la causa de la muerte de Manuel Martínez Ángel. A pocos metros del portal fue abatido por el también arquitecto Manuel Lillo Callejón, quien, a continuación, se suicidó. Según contaba la prensa de la época, Lillo quiso vengarse de Martínez Ángel tras haber suspendido la oposición a arquitecto municipal convocada por el Ayuntamiento de Madrid y no haber sido contratado en la Compañía Asturiana de Minas, después de solicitar trabajo varias veces. Salir del ostracismo. Después de albergar la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid y ser la sede de Casa Decor 2012, la Compañía Asturiana de Minas vol-vió a quedarse vacía hasta ahora, que se prepara para su definitiva resurrección, gracias a la Fundación Mu-tua Madrileña, propietaria de este inmueble, catalogado como Bien de Interés Cultural desde el año 1977. En 2021, la aseguradora convocó un concurso para acometer la renovación de este espacio para conver-tirlo en un centro de exposiciones, en el que resultó ganadora la propuesta de EM&A, estudio liderado por el arquitecto Fernando Espinosa de los Monteros. Está previsto que las obras de rehabilitación del inmueble se inicien en los primeros meses de 2024 y culminen a mediados de 2025. La inversión que acometerá Mu-tua Madrileña para realizar el proyecto ascenderá a 14 millones de euros y permitirá no solo preservar el va-lor cultural del edificio y sus elementos singulares, sino también reforzar el atractivo cultural de Madrid y su comunidad. En 4.700 metros cuadrados se habilitarán varias salas de exposiciones, aulas de formación y un auditorio, además de la gran nave central que fue el al-macén de la Compañía Asturiana de Minas. Y todo ello respetando elementos originales del inmueble como escaleras, techos, molduras o barandillas. Este nuevo centro cultural-social, que será también sede de la Fundación Mutua Madrileña, será un edifi-cio dotado de los principales criterios de sostenibilidad. Contará con los elementos necesarios para disponer de la máxima eficiencia medioambiental, con sistemas de fuentes de energía renovables como geotermia y aero-termia, así como cero emisiones de CO2, reciclaje del 100% de los residuos generados y total accesibilidad. Además, esta actuación permitirá mejorar la estética del entorno y continuar revitalizándolo.• Vecinos ilustres Con sus casi 37.000 metros cua-drados de superficie, la plaza de España cuenta con un impresionan-te catálogo arquitectónico, del que la Compañía Asturiana de Minas forma parte. Junto a ella destacan otros inmuebles que, en su momen-to, llegaron a ser un prodigio de los avances técnicos. Es el caso del Edificio España, construido en 1953 y que, con 117 metros de altura, fue el rascacielos más alto de la capi-tal. Los arquitectos Julián y Joaquín Otamendi, dada la escasez de hierro que había en aquel momento, pre-sentaron un edificio en hormigón armado, que fue pionero en la épo-ca. Posteriormente, ambos herma-nos proyectaron la Torre de Madrid, también en hormigón armado, que ostentó durante años el título de edificio más alto del mundo. Aquí incorporaron avances como el aire acondicionado o los ascensores rápidos, que dieron el toque de color a una época en blanco y negro. Contemporáneos a la Compañía Asturiana de Minas son la Casa Gallardo y la iglesia de Santa Teresa y San José, ambos edificios en la confluencia con la calle de Ferraz. La Casa Gallardo (llamada así por sus propietarias) se ejecutó entre 1911 y 1914, bajo la direc-ción de Federico de Arias Rey, y es uno de los ejemplos más destacados del art nouveau que existen en Madrid. En cuanto a la iglesia de Santa Teresa y San José, construida entre 1923 y 1928 según proyecto de Jesús Carrasco Muñoz, presenta un estilo mixto entre el medievalismo (con su fachada almenada) y el modernismo, y destaca por su cúpula revestida de mosaico en trencadís de colores. © Stefano Politi Markovina / Alamy Stock Photo