de partida y el hilo conductor del proyecto arquitectónico, cuya difi-cultad ha radicado en encontrar un diálogo equilibrado entre lo preexis-tente y lo nuevo. La restauración ha supuesto una labor de más de cinco años, en los que se ha trabajado para adaptar este emblemático edificio a un nuevo uso como centro de arte. Para ello, se ha contado con un equipo multidisciplinar de arqui-tectos, restauradores, arqueólogos, artesanos y especialistas. Asimismo, se ha dispuesto la tecnología nece-saria para controlar la temperatura y la humedad, asegurando las condi-ciones óptimas para la conservación de las obras de arte. En el subsuelo se ha hallado un fragmento del circo romano de Va-lentia. Entre los siglos XI y XIII formó parte de la Balansiya musulmana y el solar del CAHH se encuentra intramuros de lo que fue la medina. Además, fue el último vestigio de la judería y puede apreciarse un callejón. Posterior-mente, la construcción del palacio Valeriola se convirtió en una muestra de la opulencia de la sociedad barroca valentina. En su historia más reciente, este palacio fue sede del diario Las Provincias y local de ocio nocturno. Historia renovada. El proyecto, diseñado por el estudio ERRE Arquitectura, opta por recuperar en lo posible ese carácter histórico contenido en el palacio Valeriola y, a la vez, convertirlo en un centro de arte contemporáneo de referencia. La zona expositiva se plantea en cuatro niveles y se organiza en torno a dos edificios. Por un lado, el palacio Valeriola, el cual ha sido sometido a un exhaustivo y mi-nucioso proceso de rehabilitación para poner en valor su El edificio del jardín actúa de conexión entre los volúmenes principales y mantiene la altura original