PROFESIÓN / MUSAAT tipo de calefacción, del nivel de ocupación de la vivien-da, de la temperatura interior o la renovación de aire necesaria. Las condiciones higrotérmicas de las fachadas pue-den verse modificadas y alteradas si se dan ciertas cir-cunstancias como falta de ventilación de la cámara, inexistencia de drenaje/impermeabilización del agua en la base del cerramiento, errores en la disposición del aislante (espesores pequeños, no uniformes o no con-tinuos), tipología de aislamiento no adecuada para el caso concreto, no resolución de los puentes térmicos, sellados mal ejecutados o inexistentes (juntas, encuen-tros con carpintería y unión con vierteaguas), hoja princi-pal de la fachada demasiado permeable (piezas o morteros excesivamente porosos) y presencia del agua en el interior (por filtración, por capilaridad…). RECOMENDACIONES TÉCNICO-CONSTRUCTIVAS ▪ La cámara de aire de los cerramientos Conceptualmente, el sentido por el que se empezaron a llevar a cabo las cámaras de aire era el establecer una eficiente barrera ante la filtración y, también, el conse-guir una muy pequeña reducción de la conductividad del cerramiento mediante la interposición de una capa de aire en reposo, pues todavía no existían los aislan-tes en el mercado. Estos objetivos se conseguían –res-pectivamente– por la disipación del vapor de agua y la dificultad de que las filtraciones traspasasen la hoja secundaria, así como por la reducción del sobrecalen-tamiento sobre la hoja principal. Con la invención de los materiales aislantes, la prác-tica constructiva hizo disponer estos en el trasdós in-mediato de la hoja principal por la facilidad de su colo-cación y por el menor sentido de eficiencia que a este respecto había. Sin embargo, desde el punto de vista higrotérmico (muy especialmente si la cámara es ven-tilada), el trasdós de la hoja principal lo debe ocupar la cámara de aire, y después de ella, la capa aislante, por-que si no el aire exterior puentearía el aislamiento e im-pediríamos cualquier posibilidad de aireación interna. Según lo anterior, se entiende ahora por qué el Có-digo Técnico de la Edificacion (CTE) considera con un grado de impermeabilidad 4 y 5 a las fachadas que tie-nen en su configuración el aislante detrás de la cámara de aire (y que, en el último caso, deben ser, además, ventiladas). Nuestra propuesta de cerramientos para estos casos, son las que se reflejan como ‘soluciones-ti-po-homogeneizadas’ en las versiones C, D, E y F, según las tablas 6, 7 y 8 del Documento técnico Ff-1, Confi-guración general normativa de las fachadas, publicado en el número 135 de CERCHA.