PROFESIÓN / MUSAAT ventilación de fondo que sirva para diluir los contami-nantes que se producen de forma habitual por el uso de la vivienda, como son la humedad y el CO2 ocasionados por el metabolismo de las personas y en la realización de sus actividades (higiene, lavado y secado de ropa…), así como otros generados de forma habitual por los produc-tos de construcción, mobiliario y acabados de la vivienda (como son el formaldehído ureico y fenólico), etc. A estas exigencias debe hacer frente la carpintería exterior, como también a otras prestaciones como son la posible recogida de agua de condensación y la rotura de puente térmico en sus perfiles constituyentes para mejorar las condiciones térmicas. • Aireadores La incorporación de los aireadores es uno de los ele-mentos cuya inclusión en proyectos y obras no se ha generalizado, a pesar de ser uno de los formatos pre-ceptivos y de los años que hace que está en vigor el CTE. Se pueden colocar en vertical (en un lateral de la ventana) o en horizontal (bien incorporándolo a la perfilería de la propia ventana o bien dispuesto en el capialzado). En el caso de que estos se coloquen en horizontal, deberán estar situados al menos a 1,80 m de la cota de suelo interior de la dependencia. Las dimensiones de este elemento va-riarán en función de los cálculos previstos en el CTE/DB-HS-3. Comercialmente, los hay de diferentes medidas: para los de tipo horizontal, su altura habitualmente está comprendida entre 15 y 25 mm y su longitud entre 500 y 800 mm; para los de tipo vertical, su altura suele hacerse coin-cidir con la de la ventana y el ancho suele estar en 50 y 150 mm. Un aireador bien concebido, debe po-seer varios elementos que le proporcio-nen un buen control y calidad: contener un material fonoabsorbente, incorporar Fig. 3: aireador encastrado en marco.