urbanismo y metaverso Digitalización / urbanismo autosostenibilidad de las urbes, priorizando el uso de sus propias energías”. Todo un reto al que vamos a asistir, no como espectadores, sino como protagonistas. ¿Cómo es una ciudad digitalizada? Sobre el papel, y teniendo en cuenta que la digitalización es una herra-mienta para mejorar la eficiencia en la gestión y mejorar la calidad de vida de sus habitantes, una ciudad digitali-zada debe dar una completa respuesta a las necesidades del ciudadano. “La digitalización debe presentarse como una oportunidad de cambio estructural en la manera en que entendemos el urbanismo”, señala la arquitecta Án-gela Sisternes García en una entrada del blog Reto Kom-merling, dedicada a la digitalización y las ciudades. Y esos cambios deben estar dirigidos a “fundar nuevas bases que afecten a cómo entendemos el urbanismo y los servicios urbanos en general”. En ese artículo referido anteriormente, esta espe-cialista en arquitectura pasiva hace una distinción entre ciudad digitalizada y ciudad inteligente. “Las ciudades inteligentes (smart cities) tienen que ver mucho con la di-gitalización, pero no todas las ciudades digitalizadas son inteligentes”. Para ella, “el concepto de smart city tiene que ver también con actuaciones medioambientales de base”. Todos los años, el Observatorio de Ciudades Inteligen-tes del Centro de Competitividad Mundial del IMD, en colaboración con la Universidad de Tecnología y Diseño del Singapur (SUTD), realiza un índice de ciudades inteli-gentes, en el que las nuevas tecnologías y la digitalización tienen un papel primordial. Para elaborar este ranking, se analizan 118 ciudades de todo el mundo y, según la úl-tima edición publicada en noviembre de 2021, Singapur, Zúrich, Oslo, Taipéi y Lausana son las urbes mejor digita-lizadas. En todas estas grandes poblaciones, sus habitan-tes valoran muy positivamente el uso de los datos para mejorar la movilidad urbana y la gobernanza municipal. En cuanto a las ciudades españolas, la primera en apa-recer es Bilbao (en décima posición), seguida de Zaragoza, en el puesto 15. En Bilbao, sus habitantes destacan su satisfacción con el transporte público, sus actividades culturales y la facilidad de la compra online para acceder a todo tipo de espectáculos; mientras que, en Zaragoza, lo más valorado son los espacios verdes junto a la velocidad y fiabilidad del internet. Tecnologías transformadoras. La información que pro-porcionan los datos hace que los servicios básicos de una ciudad puedan ser más eficaces para dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos. De ahí que estén surgiendo nuevas tecnologías y aplicaciones que las em-presas están desarrollando para facilitar la vida en las ciudades. Además del transporte colectivo y la regulación del tráfico, otros sectores como el del tratamiento del agua y la salud ambientan están implementando la digitalización. Un ejemplo es Dinapsis, una red Hub perteneciente al grupo Agbar, presente en Barcelona, Benidorm, Canarias, Costa del Sol, Madrid, Región de Murcia y Valencia. Cada uno de estos centros tiene una especialidad concreta, pero todos están interconectados, siendo la gestión del agua el elemento vertebrador. Durante la última edición de Greencities, celebrada el año pasado en Málaga, Antonio Sánchez, director de Di-napsis Benidorm, participó en la ponencia Retos y nuevas oportunidades. En dicho foro aseguraba que “la digitali-zación es una herramienta imprescindible para mejorar la eficiencia en la gestión y mejorar la calidad de vida de la ciudadanía”. Una digitalización que es posible gracias a soluciones tecnológicas como la sensorización de las re-des del ciclo del agua para su monitorización y control en tiempo real, la incorporación de gemelos digitales, el big data, la inteligencia artificial o la conectividad con centro de protección civil para la coordinación de situaciones de emergencia. Lo que está claro es que los ciudadanos siguen siendo los principales protagonistas de la ciudad: son los emi-sores de la información, los administradores de la tec-nología y los destinatarios finales de las soluciones. Solo así seremos capaces de construir entornos habitables, respetuosos e integradores. • Urbanismo y metaverso: el juego de los gemelos En 1992, el escritor Neal Stephenson publicaba Snow Crash, una novela que describe el agobiante ambiente de la ciudad de Los Ángeles, donde todo el mundo quiere huir a Metaverso, un espacio virtual y libre donde un repartidor de pizzas puede ser un príncipe guerrero. Sin embargo, no todo es felicidad es esa Arcadia intangible, pues vive bajo la amenaza de un virus (el Snow Crash) que puede desencadenar el infocalipsis… Este escenario de ciencia ficción fue la tarjeta de presentación del metaverso, un universo más allá en el que conviven nuestros avatares. El metaverso de 2022 está en plena construcción. Espacios como Decentraland, The Sandbox o Upland nos invitan a entrar e investigar en ese mundo que, como el real, está en plena evolución. Aquí se invierte en terrenos, se construyen edificios y se crean comunidades que, al final, forman ciudades. También las grandes ciudades han visto como crear un gemelo digital puede ayudar a gestionar y solucionar los problemas que se presentan en las calles reales. Una de las primeras en darse cuenta de este gran potencial ha sido Shanghái, que, en su plan de desarrollo para los próximos cinco años, recoge la apertura de sedes municipales institucionales en metaverso. También Seúl tiene la intención de crear, en 2023, el Metaverse 120 Center, un centro de servicio público virtual en el que los avatares de los funcionarios públicos darán diferentes servicios.