Historia de un coloso. En aque- llos días, un edificio en especial se alzaba sobre los demás como cima y epítome de siglos de oficio. El Empire State Building. Un coloso de 381 m de altura. El más alto del mundo durante 40 años. Pero esas solo fueron cifras que des- pués batieron otros. Lo que ver- daderamente lo hizo grande y aún hoy imbatido fue su extraordinaria velocidad de construcción. El 28 de agosto de 1929, tras meses de intentos por lanzar el tema, J. J . Raskod y Pierre S. du Pont confirman su adhesión fi- nanciera al proyecto. Hasta ese momento, la propuesta apenas consideraba 50 rechonchas plan- tas. Raskod se pone al frente y convence a la agrupación de construir el edificio más alto del mundo. A principios de septiem- bre, contratan a arquitectos y constructora. El 3 de oc- tubre, tras semanas de intensas reuniones, el comité, integrado por la propiedad, los arquitectos, los construc- tores y OTIS como subcontratista estratégico, aprueban el esquema “K” que definía la altura y forma del edificio, y se lanzaba el proyecto. Diecinueve meses después, el 1 de mayo de 1931, se ponen en circulación 640.000 m 2 de oficinas en el centro de Manhattan. ¿Cómo pudo hacerse esto en 1931? Cuando se explica esta gesta, se mencionan cosas como que los constructores demostraron un gran ingenio construc- tivo y grandes dotes organizativas. También hay quien desdeña (sin conocimiento) las “permisivas” medidas de seguridad de la época (quizá con alguna foto histórica en la cabeza, tan circense como falsa). Si el foro es más especialista, sí se habla de que arquitectos y construc- Construcción del Empire State Building neoyorquino. © Bettmann/Getty Images Construcción del edificio Flatiron, en Nueva York, levantado en 1902. © Detroit Publishing Company/Interim Archives/Getty Images