PROFESIÓN / MUSAAT Las arquetas sifónicas – que hubiera necesidad de hacer– deben ser siempre registrables y, en la medida de lo posible, fácilmente ac- cesibles. Se trata de un ele- mento con altas probabilida- des de que dé patologías, por la propia configuración de los sifones y por la existen- cia de los cierres hidráulicos {ver figura 2 del Documento Is-1}. Hay dos posibilidades de hacer dicho cierre: con la inclusión de un codo de 90º, o con la formación de un tabique interior de alto menor a la altura de la arqueta. Según el CTE, la altura de los cierres hidráulicos (espe- sor de la lámina de agua) debe estar comprendida entre 50 mm y 100 mm. Con miras a una fácil mantenibilidad 2 , es preferible la última solución dado que permite incluir un registro practicable en la parte superior de la cámara hidráulica que se efectúa, lo que es una ventaja al codo, pues este habría que romperlo en caso de entrape. Hay que tener en cuenta que, a veces, la utilización de productos de uso normal, como los detergentes domésticos, provo- can ‘pelotas solidificadas’ que pueden obstruirse en los sifones de las arquetas; de ahí, la importancia de que sean practicables. Cuando sea necesaria la colocación de arquetas-su- midero, estas se cubrirán con una rejilla metálica no oxidable, apoyada sobre angulares. Cuando estas ar- quetas tengan dimensiones considerables, como en el caso de rampas de garajes, la rejilla será desmontable. 2 Registros: la inclusión de los registros practicables sobre la cámara hi- dráulica (por debajo de las tapas registrables de la propia arqueta) per- mite cumplir el criterio del CTE de que los cierres hidráulicos tengan registros de limpieza y control. Para una mayor durabilidad, estos regis- tros practicables, en caso de ser metálicos, deberán ser inoxidables o galvanizados para asegurar que no se deterioran. Fig. 4: incorrecto diseño y ejecución de un sumidero de patio sobre una arqueta.