PROFESIÓN / MUSAAT Trazado de la red La red debe realizarse con un trazado 3 en planta que asemeje a una espiga, es decir, que todos los ramales vayan confluyendo en brazos, los cuales, a su vez, desembocarán en un tallo o ali- neación central que irá hasta el exterior. Esta configuración es fundamental tenerla en mente para que el ángulo de encuentro de cada colector con respecto a la arqueta sea de tipo agudo, ex- cepcionalmente recto (perpen- dicular) y jamás de tipo obtuso. En cada uno de los entronques a realizar, deberá ubicarse una ar- queta. Este diseño implica que las ali- neaciones de los colectores irán siempre en sentido de la evacua- ción y a favor de la pendiente, lo que permite evitar giros del fluido residual que favorecerían la exis- tencia de remolinos, la ralentización de la evacuación y, probablemente, la decantación pausada de la materia en suspensión. Para marcar el trazado y la pendiente de cada tramo de la red, será necesario replantear antes la cimenta- ción, tener presente los niveles de acabado de la planta baja y/o planta/s sótano/s, así como la cota a la que se encuentra el pozo de registro de la vía pública a la que 3 Concepción del trazado: en el diseño de la red se estudiarán los cam- bios de alineación, pendiente, sección y demás circunstancias que puedan alterar o distorsionar el flujo hidráulico. Debe cuidarse que las aguas circulen a una velocidad adecuada para que no se favorezca la sedimentación o el depósito de las materias residuales que están en suspensión, lo cual disminuiría la capacidad hidráulica de la red; esta si- tuación también causa la producción de ácido sulfhídrico que es el res- ponsable principal de los malos olores (y que, al oxidarse, se transforma en ácido sulfúrico, el cual afecta a las tuberías de hormigón). Fig. 6: instalación de saneamiento colocada bajo una lámina de PVC y el hormigón de limpieza de una losa nervada de cimentación.