Chimeneas / cultura Villa Diodati, junto al lago de Ginebra, 16 de junio de 1816. Una desapacible noche de lluvia, frío y viento obliga a los escritores Lord Byron, John Wi-lliam Polidori, Percy Shelley y a su es-posa Mary a quedarse en el salón de la mansión donde pasan sus vacaciones estivales. Para distraerse, Byron reta a sus amigos a idear la historia más aterradora. El mal tiempo, su imaginación desbordada, la trémula luz de las velas y el resplandor de la chimenea obran el milagro: gracias a aquella velada, Mary Shelley creó Frankenstein y Polidori, El vampiro. Desde el principio de los tiempos, reunirse en torno al fuego para contar historias ha sido una de las actividades favoritas del ser humano porque la fantasía y la locuacidad parecen acre-centarse ante un chispeante hogar donde la leña arde. Una historia del confort