investigación y documentación del estado actual del casco para plantear una intervención por fases que parte de la premisa de aceptar la ruina en su condición actual y con toda su fuerza de evocación. Las acciones que definen el Plan Maestro para las ruinas de los edificios consisten en acciones simples: limpiar, consolidar, reforzar y drenar las ruinas y, finalmente, permitir usos simples. Para la consolidación de las casas de Ruesta se ha empleado una estrategia de vaciado de escombro, dre-naje del interior de las parcelas, y consolidación de los muros, liberando un nuevo espacio a cielo abierto que permite nuevos usos, aprovechando la memoria del lu-gar siempre presente y en suspensión, y evocando los fantasmas de las construcciones que han de recibir al visitante. Se trata de respetar los valores de la ruina como fragmento, y su oportunidad para una segunda vida adecuada a los nuevos modos de habitar. dejar atrás el abandono Abajo, la ermita de San Jacobo una vez restaurada. Imagen siguiente, nivelado de fachadas de una de las casas que se han estudiado. Última imagen, un ángulo de la calle del Centro. Aldea de Ruesta / urbanismo