la gran deuda acumulada, representó para el edificio la caída a una dura realidad. A estos problemas se sumaron las decisiones de las entidades financieras y de la propia SAREB para abaratar, en todo lo posible, el coste de los trabajos pendientes. Eliminando las góndolas, improvisando el cerramiento de la fachada de la parte superior en la llamada zona del cono… No importaba que se ocultaran las impresionan- Edificio Intempo / portada «No era tan solo la dificultad de trabajar a gran altura, sino tener que hacerlo con piezas especiales, calculadas día a día y realizadas a medida, ya que, a diferencia de los cerramientos modulares de las dos torres, las fachadas del cono constituían unas elipses irregulares que exigían situar los talleres de los industriales al nivel de cada planta superior para confeccionar las piezas in situ, representando paradoxalmente una actividad artesanal» Emilio Aucejo. Arquitecto Técnico, jefe de obra principal.