Múnich / internacional grandes vigas de hormigón in situ, con árido basáltico y cemento pigmentado en negro, salva luces de 27 metros de longitud sobre un gran espacio horizontal, iluminado a través de lucernarios perimetrales que al emerger del terreno delimitan un área de juegos para la guardería infantil adyacente, concebida temáticamente como un pequeño jardín arqueológico. La estructura portante se convierte así en el soporte formal del espacio y en pro- tagonista de la imagen interior de la nueva intervención arquitectónica. Las fachadas de los grandes cubos de acero corten, sustituidas íntegramente, conservan fiel- mente las dimensiones y proporciones del diseño ori- ginal, modificando únicamente su espesor, sistemas de anclaje y aislamiento térmico, de modo que, a primera vista, el edificio parece inalterado después de su reha- bilitación, manteniendo la misma apariencia precisa y abstracta que lo caracterizó desde su construcción. Y sin embargo, a medida que nos acercamos y accedemos en su interior, descubrimos un museo totalmente renovado, donde cada uno de sus espacios ha sido transformado con diferentes grados de intensidad, en una arquitec- tura que, reafirmando el pensamiento del poeta alemán, encuentra su libertad dentro de las limitaciones. •