busca mejorar la calidad de vida de su propietaria, Dominica, quien pa- dece sensibilidad química múltiple, fatiga crónica y fibromialgia. En este proyecto no solo se trata de cons- truir un espacio habitable; se trata de crear un refugio que minimice los síntomas de sus dolencias y pro- mueva un entorno saludable. Las dolencias que afectan a Do- minica, combinadas, le generan una multitud de síntomas persistentes y debilitantes que afectan muy ne- gativamente a su calidad de vida. Desde dolores musculares y ar- ticulares recurrentes, dificultades cognitivas, problemas digestivos y del sueño, reacciones alérgicas, ce- faleas y migrañas, hasta una fatiga extrema que la deja sin energía y le obliga a planificar su día a día en función de sus limitaciones. El edificio donde vive, un bloque de pisos de cons- trucción tradicional, lejos de ser un refugio, es un factor que agrava sus síntomas. Las pinturas, las colas y barnices de la construcción y el mobiliario, la falta de hermeticidad y una mala ventilación, entre otros muchos factores, con- tribuyen a su falta de descanso y malestar general. La historia de Dominica es un recordatorio de que nuestros hogares pueden influir en nuestra salud. Hasta ahora, cada vivienda en la que ha vivido ha acrecentado sus síntomas. La búsqueda de un hogar que tenga en cuenta su salud y bienestar fue el catalizador para el desa- rrollo de NICA. Este proyecto no es solo un diseño arqui- tectónico; es una respuesta directa a una necesidad vital. La relación entre una vivienda y la salud es compleja y multifacética. La calidad del aire, la humedad, los ma- teriales de construcción y el diseño son solo algunos de los factores que pueden influir en el bienestar de sus pROcesos y materiales el proyecto NICA se funda- menta en cinco pilares: eficien- cia, sostenibili- dad, arquitectu- ra bioclimática, neuroarquitec- tura y geobio- logía