URBANISMO / Frente Marítimo en el diseño del paseo y de las marquesinas reflectantes; son, entre otros, la visión directa desde el nuevo paseo al Muelle de Santa Catalina y la protección de las nuevas zo-nas de estancia de los vientos dominantes y del movimiento solar. El entrelazamiento de las marquesinas que flotan so-bre el nuevo suelo genera una ambigüedad perceptiva que nos sumerge en un medio que replica lo que percibe. Juntos componen dos triángulos que son focos visuales de su en-torno inmediato. El espacio bajo las marquesinas se con-vierte en un juego de espejos, donde las relaciones se dan entre lo real y lo virtual. El hecho de romper el suelo, de enmarcarlo bajo la marquesina de manera precisa, refuerza esa idea de virtualidad, donde el viandante se introduce en un mundo de lo imaginario. La percepción del conjunto se caracteriza por la levedad desprendida del juego formal de las marquesinas con su entrada de luz compartida, refor-zada por la ligereza visual que aporta el nuevo material de revestimiento, así como la textura inclinada de los jardines halófilos costeros, que muestran una dimensión cambiante según el lugar por donde te aproximes. Estas direcciones, junto con otras producto del programa geometría triangular A la izquierda, las imágenes muestran las distintas fases del desarrollo de la obra. Abajo, la forma de las marquesinas no es casual. Está basada en la geometría de la vela latina que, históricamente, utilizaban los barcos genoveses que recalaban en Canarias procedentes de las costas africanas.