MUSAAT / profesión En las fachadas revestidas deberemos, además, tomar me-didas adicionales para evitar que el recubrimiento (cuando sea de tipo continuo) no se fisure en vertical siguiendo la línea de encuentro. Para ello, colocaremos una malla(4) en el enfoscado de forma que armemos el mismo teniendo el criterio de que su ancho sea igual a la dimensión del pilar más un solape a cada lado de ≥15 cm (deseable ≥20 cm). Es muy importante que dicha malla se sitúe en el centro del espesor del enfoscado, porque de lo contrario su efectivi-dad sería prácticamente nula. Por esta razón, deberemos aplicar una primera capa de mortero de unos 7-8 mm de espesor, después situar la mencionada malla, y finalmen-te acabar el recubrimiento exterior con el espesor previsto (habitualmente de 1,5 cm a 2 cm de grosor total). • Confluencia-unión con los forjados 1) Cuando la hoja principal no esté interrumpida por los for-jados, el anclaje de dicha hoja a estos debe realizarse de tal forma que no se produzcan agrietamientos en la misma. Además, mientras se esté ejecutando la hoja principal, debe evitarse la adherencia de esta con los forjados. 2) Cuando la hoja principal esté interrumpida por los forja-dos(5) y exista revestimiento exterior continuo, debe adop-tarse una de las dos soluciones siguientes (ver figura 4): a) Disposición de una junta de desolidarización entre la hoja principal y cada forjado (por debajo de estos), de-jando una holgura de 2 cm que debe rellenarse después de la retracción de la hoja principal con un material cuya elasticidad sea compatible con la deformación prevista del forjado y protegerse de la filtración con un goterón. b) Refuerzo del revestimiento exterior con mallas dis-puestas a lo largo del forjado, de tal forma que sobrepa-sen el elemento hasta 15 cm por encima del forjado y 15 cm por debajo de la primera hilada de la fábrica (el an-cho de dicha malla para un forjado de 30 cm y un ladrillo de 10 cm alto, sería de 70 cm). Dadas las características de la tipología de apoyo con la Notas: (4) Esta malla no debe ser metálica y, además, el material con el que esté realizado tiene que ser resistente a los álcalis del cemento (poliéster o fibra de vidrio con dicha característica). En relación a su abertura, debe ser tal que no sea muy reducida, ni muy amplia (1 cm puede estar bien). Para el caso de un pilar de 30 cm, su ancho total sería de unos 70 cm aproximadamente. Su resistencia a la tracción debe ser mayor a 25 Kp/cm. (5) Cuando tengamos emparchados de pilares y de forjados muy finos, es preferible renunciar a la desolidarización con la estructura y la interposición de algún material intermedio, porque, probablemente, habría desprendimientos de piezas. Quedaría el problema de la fisuración, el cual deberíamos minimizar por algún procedimiento.