EDIFICIOS CON HISTORIA / Pasaje de Lodares la entrada al pasaje, mientras que el izquierdo es un escapa-rate. En la parte superior, en el tramo situado entre los arcos y sobre las pilastras, se encuentra un cuerpo de miradores flanqueado por balcones a cada lado. La fachada de la calle del Tinte está compuesta por cinco ar-cos (frente a los dos que tiene la de la calle Mayor) de doble altura, flanqueados por pilastras que están rematadas por jarrones con guirnaldas. El arco central se resalta por las do-bles pilastras y los jarrones con niños. En la parte superior, dos miradores de cristal sirven para acentuar la simetría que, a su vez, rompen en la cornisa con sus frontones curvos y quebrados. Esta fachada se completa con un balcón corrido entre los miradores y una arcada bajo la cornisa. El interior. A ambos lados del pasaje se sitúan las 44 co-lumnas jónicas y las 12 pilastras sobre las que se apea una fachada de piedra rojiza, ricamente adornada, de tres plan-tas y ático. A lo largo de esta fachada se abren balcones con arcos adovelados de medio punto. El ático lo conforma una galería de arcos de medio punto con la superficie acristalada. Y la cubierta es un gran tragaluz acristalado con estructura compras a cubierto Los pasajes comerciales se fueron implantando por Europa desde finales del siglo XVIII y hoy se han convertido en embajadores turísticos de primer orden. Abajo, las imágenes muestran el pasaje de Gutiérrez (Valladolid) y el pasaje del Ciclón, de Zaragoza. © cordon